De nuevo nos hemos reunido para hablar sobre el reino de los herederos blancos, y hemos tenido el privilegio, una vez más, de contar con Aranzazu Serrano para comentarlo. ¡Ha sido inolvidable!
En esta segunda entrega del maravilloso mundo de Neimhaim pudimos disfrutar mucho comentando las distintas tramas de la historia, y un sinfin de detalles que unos más que otros habían reconocido o anticipado. Hemos de reconocer todos que la sutileza con la que Aranzazu nos presenta el uso de artificios como la pólvora, o la astucia de la vida eterna con el conocimiento, son prácticamente mágicos.
Otro tema muy curioso fue conocer el trabajo que había tras cada aspecto y cada personaje de la novela. Sólo para definir a los personajes secundarios, además de su personalidad y su papel, Aranzazu les daba un grado de djendel o kranyal diferente a cada uno, algunos más representativos del sentir de cada grupo que otros. Es muy difícil ser tan concreto y a la vez tan general, de forma que sin perder su individualidad los personajes puedan presentar un sentir común. ¡Qué maestría!
Aunque inicialmente parece un final trágico, la forma en que Aranzazu lo cuenta en realidad es el mejor final posible, y es un final muy feliz. Francamente, creo que después de entender su punto de vista a mi también me parece un gran cierre para una gran historia. Es realmente una obra preciosa, que viene cargada de valores y decisiones complejas que no siempre reciben la mejor solución, como en la vida real. Hace que nos hagamos muchas preguntas sobre nuestro aburrido mundo, y esas siempre son las mejores obras.
Tristemente, nada es para siempre, y tras una charla plena pero rematadamente corta (a pesar de durar casi dos horas) tuvimos que despedirnos de Aranzazu, a la que agradecemos profundamente su tiempo y el cariño que desprende cada vez que hablamos con ella; y volver al mundo no tan maravilloso que nos rodea, pero en un ambiente navideño y agradable. ¡Esperamos volver a verla pronto!
Tras la reunión decidimos reunirnos para un almuerzo de Navidad, el primero del club, y esperemos que el principio de una larga tradición. En esta ocasión decidimos decantarnos por el Sushi y los Noodles, y fuimos a un restaurante Japonés.
Y siendo como somos, unos amantes de la diversión sana, fuimos después a jugar a juegos de mesa toda la tarde. ¡Nada hubiera terminado mejor el día!
Probamos un par de juegos y nos reímos mucho, tanto que la tarde se nos pasó volando y pronto nos estaban cerrando el local… ¡Qué divertido!
Y tras una maravillosa quedada para cerrar el año 2019 en el club, tenemos que despedirnos hasta la próxima lectura, pero no sin antes reiterar nuestro profundo agradecimiento a Aranzazu, que se ha prestado dos veces a emplear su tiempo con nosotros, y llenar nuestras mañanas de magia. Muchas Gracias.
Y a los demás, hasta la próxima, y ¡Feliz Lectura y Felices Fiestas!